19 oct 2010

Indiana Jones y el Templo Maldito (1984)


Filmaffinity
IMDB


SPOILERS

Indiana Jones y el Templo Maldito es bastante diferente a la primera entrega de la saga. Es un film bastante más oscuro, más terrorífico aunque también más humorístico (con un humor más negro). Ambientada un año antes de En Busca del Arca Perdida (parece ser que Spielberg no quería repetir con los nazis de malvados, al menos no tan pronto), es como digo, un film de excesos. Pero... ¿es eso malo?


Comienza con un número musical imposible (Anything Goes, pero en chino) deudor de los excesivos musicales de los 30 y continúa con peleas y persecuciones a lo largo de Shanghai. Accidentalmente los protagonistas terminan en la India, lo que es la oportunidad perfecta para homenajear a las cásicas fantasías orientales de colorines que tanto habían gustado siempre en Hollywood. Pero posteriormente, la trama de sectas y sacrificios humanos lleva a la película por unos derroteros siniestros y terroríficos, que harán al propio Indy pasarse al lado oscuro, al menos por un rato. Desde luego el primer film tenía momias bastante inquietantes y serpientes en cantidades industriales, pero estas últimas eran una amenaza, no el plato principal de la cena. Además de éstas tenemos insectos, elefantes, lagartos, murciélagos... vamos, un zoológico completo.


Curiosamente, también se potencia la presencia infantil, ya que el compañero de fatigas del Dr. Jones es Short Round (aquí Tapón), interpretado por el debutante Ke Huy Quan, responsable de buena parte del humor del film. Aparte uno de los objetivos de la misión de Indiana es liberar a una buena caterva de niños que son utilizados como esclavos por los malvados Thuggees, liderados por el espantoso Mola Ram (con la simpática afición de sacar los corazones de sus víctimas y mantenerlos vivos hasta que ardan en un pozo de lava), interpretado por el astro bollywoodiense Amrish Puri.


También encontramos diferencias en la protagonista: si la Marion Ravenwood del primer film, aparte poseer una resistencia sobrehumana a los efectos de la ingesta de alcohol, siempre estaba dispuesta a coger una sartén o un palo para noquear al nazi o mercenario de turno, Willie Scott (Kate Capshaw) solo sabe gritar y correr cada vez que algo la asusta. Es decir, el papel típico de la clásica heroína de aventuras: un lastre. Eso sí, también una fuente inagotable de gags.


Podemos reprochar un puntito racista. Bueno, qué narices, el cine que tratan de homenajear pasaba olímpicamente de cualquier tipo de corrección política. Y, por seguir criticando, si bien al final suele renunciar a las reliquias que encuentra, el concepto de arqueología del Profesor Jones es tan predatorio como la actitud del Museo Británico con los Mármoles Elgin y tesoros similares.

Con escenas tan inolvidables como la de los vagones de la mina o la del puente colgante, un diseño de producción impecable y un trabajo muy destacable de la ILM en el uso de maquetas, Lucas y Spielberg vuelven a lograr su objetivo: entretener, emocionar y divertir al máximo. Ahora parecen arrepentidos de haber hecho un film tan oscuro; no deberían estarlo.

No hay comentarios: