17 oct 2010

La Mejor Juventud (2003)


Filmaffinity
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La Mejor Juventud (La Meglio Gioventú, 2003), originalmente una miniserie televisiva, dura seis horas, por lo que se estrenó en dos partes. Pero, como dice Roger Ebert, "No hay película buena demasiado larga ni película mala demasiado corta". Porque La Mejor Juventud te lleva consigo, fluye sin prisa pero sin pausa.

Es la historia de dos hermanos, de su familia, de sus mujeres, de sus amigos. Y además es la historia de Italia desde 1966 a 2003. Y habla de la situación de los enfermos mentales. Y habla de terrorismo. Y de injusticias. Y de enfermedades. Y de arte. Y de miles de cosas. Pero nunca deja de ser la historia de dos hermanos.


Si la familia Alcántara ha pasado por miles de oficios y cambios para mostrarnos todos los aspectos situaciones y eventos posibles del final del franquismo y la transición, si Soñadores de Bertolucci perdía fuelle al olvidarse de las personas para centrarse en los iconos intelectuales de una época, si tantas y tantas películas y series se ven lastradas por cargarse de referencias históricas, políticas y culturales dejando de lado a sus personajes, convirtiéndolos en ejemplos idealizados o radicalizados de lo bueno y lo malo de unos tiempos pasados pero recientes y forzando los mecanismos del guión hasta extremos risibles, La Mejor Juventud muestra su trama dentro de un contexto histórico y cultural cambiante a lo largo de cuatro décadas, pero el argumento se fusiona con el contexto de manera sutil y perfecta.


Hay películas que se te quedan en la cabeza por una escena en particular. Esto no sucede con este film: es tal la cantidad de escenas resueltas con sabiduría en el guión, precisión en la puesta en escena, y finalmente, sentimiento, sin caer en los excesos sentimentales de otras obras (a veces geniales) del cine italiano reciente, que es imposible quedarse con un momento: la escena del jukebox, la de los fuegos artificiales, la de la exposición de fotos, la de las partituras, el paseo de dos personajes a pie por la Toscana, ciertos encuentros, reencuentros y despedidas... en fin, seis horas de trama, de sentimientos y de grandes momentos.

Buenas interpretaciones, un guión excelente en el que hay algunas casualidades pero nunca inverosímiles, giros inesperados pero siempre creíbles, diálogos maravillosos y una buena selección de canciones en uno de los mejores films de los últimos años. En fin: véanla. Porque es un trozo de vida más que una película.

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